Arthur R.G. Solmssen, Una princesa en Berlín, 1982 (1980)
Pocos periodos más apasionantes y complejos hay a ojos de una persona curiosa que la posguerra en la Alemania de 1919. La desastrosa derrota de los Imperios Centrales, la caída del Kaiser Guillermo II, la Revolución de Noviembre y sus consecuencias, dibujaba un panorama poco esperanzador para la recién nacida República de Weimar. Una república que desde sus inicios estuvo acosada por el nacionalismo y la ultraderecha, y que a pesar de todo logró sobrevivir hasta 1933 cuando Adolf Hitler le asestó el definitivo golpe para su desaparición.
La Puerta de Brandeburgo durante la Revolución de Noviembre (Berlín, 1918)
Así, Una princesa en Berlín nos traslada a la Alemania de 1922 vista por un estadounidense, Peter Ellis. Peter es un joven pintor que había estado en Francia durante la Primera Guerra Mundial como conductor de ambulancias y que tras una experiencia traumática, propia de aquella guerra, decide volver a París para desarrollar su formación en pintura. Allí coincide con un alemán al que había salvado la vida durante la Batalla de Verdún, Christoph Keith, un ex-oficial alemán que en ese momento se encuentra trabajando para el mundo de las finanzas.
De este modo, la invitación de Christoph a Peter sobre acompañarle a Berlín supone el punto de inicio de una relación apasionante en la que podremos entrar en una doble visión de la Alemania de aquellos momentos. Por un lado, las altas esferas, el mundo de la política y los negocios, y por otro, la clases sociales más desfavorecidas. Todo ello, recorrido con historias de amor, asesinatos, la inflacción, los Freikorps, el antisemitismo, el ascenso del nazismo, tanto con personajes históricos como no. Desde aquí, una invitación a la lectura de esta novela como un buen ejemplo de que a veces -la novela- puede ser una estupenda herramienta para acercar al público a la historia.
Su autor, Arthur R.G. Solmssen, es uno de los grandes novelistas norteamericanos de la segunda mitad del siglo XX, sobre todo por el éxito de la novela aquí comentada. Abogado de profesión, pasó su niñez en Alemania, de ahí su gran conocimiento acerca del contexto alemán y de su lengua.
*La versión aquí utilizada es: Arthur R.G. Solmssen, Una princesa en Berlín, Barcelona, Tusquets, 1982.
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