Stephen Hawking, Historia del tiempo. Del Big Bang a los agujeros negros, 1988
Hace unos meses hablamos en este blog de la concepción del tiempo histórico. En este sentido, entendíamos el tiempo como una construcción humana, como una categoría de pensamiento que ayuda a reflexionar sobre nuestra vida y experiencias. La reflexión y la crítica son herramientas fundamentales del ser humano y que al mismo tiempo nos distinguen de los otros seres que habitan nuestro planeta. Esto, alimentado de una gran curiosidad nos ha hecho plantearnos preguntas que jamás antes se habían planteado ¿Cuál es el origen de todo? ¿El universo en el que vivimos es eterno, es finito, tuvo un principio? ¿Existe algún dios o divinidad? ¿Quién estableció las leyes que rigen el universo?
Evidentemente son preguntas complejas, muchas de ellas todavía sin respuesta, pero son este tipo de preguntas las que han motivado el desarrollo del pensamiento humano. Estas preguntas son las que nos han llevado a estudiar nuestra historia, a estudiar nuestro entorno, a estudiar lo que hay más allá de nuestro planeta. Sin el pensamiento reflexivo y crítico, alimentado por una gran curiosidad, nada de esto se habría planteado, ni habríamos trabajado e investigado hasta límites nunca imaginados. En este contexto debemos entender el libro de Stephen Hawking, Historia del tiempo.
Un libro de carácter científico-filosófico, donde nos podemos encontrar con explicaciones sobre los agujeros negros, el origen y el destino del universo o incluso la propia naturaleza del tiempo. Con este historial, y más dentro de personas de «letras», un libro como este debería de producirnos alergia. Pero nada más lejos de la realidad. El poder de la palabra bien escrita, en manos de un gran científico como Stephen Hawking, no solo preocupado por el conocimiento sino por la forma de contarlo, hace de este un libro excepcional para adentrarse en un mundo generalmente alejado del gran público. De hecho, su A Brief History of Time (1988) estuvo entre los libros más vendidos durante meses.
A la maravillosa forma de explicar cuestiones fundamentales para cualquier mente de gran curiosidad, se le suma la carismática personalidad del escritor. Stephen Hawking nacido en 1942 en Oxford, parecía estar destinado a una prometedora carrera de investigación en Física cuando llegó a Cambrigde en 1962. Pero a las pocas semanas se le diagnosticó esclerosis lateral amiotrófica, hoy mejor conocida como ELA. Dos años de vida era la esperanza de vida que los médicos le otorgaron. Stephen Hawking a pesar de la dificultad siguió trabajando en lo que era su pasión, el estudio de las leyes básicas que gobiernan el universo.
Así, fruto de largos años de trabajo y por una gran voluntad de ofrecen de forma clara y bien escrita sus conocimientos tiene su origen este libro. Un libro, que desde nuestro punto de vista, alimenta la curiosidad y el interés por cuestiones que parecen lejos de nuestro alcance. Esto, que se debería trabajar a niveles educativos de manera obligatoria, también lo debería ser para nuestro día a día. Conocer y meditar sobre nuestra existencia, no solo es cuestión de ir al psicólogo, es razón también de pensamiento y reflexión más allá del ritmo de vida que impone la sociedad moderna. En definitiva, un libro que nos ayuda a mantener viva la curiosidad por lo que nos rodea.
*La versión aquí utilizada ha sido: Stephen Hawking, Historia del tiempo: Del big bang a los agujeros negros, Barcelona, Crítica, 1999.
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