Historia y videojuegos: Paradox Interactive

Continuamos con las entradas en torno a videojuegos e historia y en esta ocasión no nos vamos a centrar exclusivamente en un juego, sino que vamos a hacer referencia a toda una compañía. Esa compañía es Paradox Interactive, una empresa de distribución sueca destinada casi en exclusiva a la comercialización de videojuegos con un importante componente histórico. De hecho, esta empresa nació en 1999 en Estocolmo como hija de Paradox Development Studio, un estudio desarrollador de videojuegos desde 1995 y que alcanzó la fama en los 2000 con el éxito de su primer lanzamiento Europa Universalis.


Un éxito para nada casual. La mayoría de los miembros del estudio habían trabajado en Target Games, una empresa dedicada a la fabricación de juegos de mesa, de ahí que todos los juegos que han desarrollado se hayan caracterizado por una extrema complejidad en cuanto a la gran cantidad de datos que se pueden manejar.  Así, a la mayoría de los juegos de Paradox se les aplica el término de «gran estrategia» para diferenciarlos de los clásicos juegos de estrategia en tiempo real -Age of Empires o Starcraft- o de estrategia por turnos -Civilization o Total War-.

Como decíamos, su primer éxito fue Europa Universalis, un juego publicado en el año 2000 pero que ha tenido nada más y nada menos que tres continuaciones, siendo el último publicado en 2013. EU es un juego que mediante un mapa y cientos de datos, nos traslada al periodo de la historia comprendido entre 1492-1792, es decir, la llamada Edad Moderna, aunque algunas de las secuelas ya han superado estos límites llevando el juego desde 1444 hasta 1821. Lo interesante de esta saga es que nos ponemos en el papel de un gobernante de uno de esos «proto-Estados» a lo largo del mundo y, a pesar de su título, no solo europeos. De este modo, podemos asumir el rol de dirigir a una tribu del norte de América o el mando de la China de la dinastía Ming. Por consiguiente, EU nos ofrece un mundo histórico, pero totalmente abierto, donde podemos conquistar, podemos colonizar, podemos comerciar o incluso elaborar una política de casamientos para tener reclamaciones sobre ciertos territorios. 



Esta idea, la idea de un mundo histórico, pero abierto, va a ser una idea presente en prácticamente todos las sagas y juegos de Paradox. Así, en el año 2002 sale a la luz Hearts of Iron que en este caso, tanto el juego como sus secuelas (2005, 2009, 2016), nos van a trasladar al escenario de la Segunda Guerra Mundial. Producción, espionaje, organización política, podemos controlar muchísimos factores para llevar a la nación que elijamos gestionar a la conquista del mundo o a la desaparición. En este sentido, podemos seguir la linea histórica de los acontecimientos o bien crear líneas alternativas, como por ejemplo la caída de Gran Bretaña o la conquista de Moscú a manos de la Wehrmatch. Todo ello dependerá de nuestra capacidad como gestor de recursos. Así, como cualquier país puede ser sujeto de elección, podemos llegar a conquistar el mundo incluso con España o Argentina. En estos casos, si que tendríamos que demostrar que somos unos verdaderos campeones de la gestión.



La tercera de las sagas legendarias de Paradox ha sido Victoria. Un juego que nos lleva a ese «largo siglo» XIX al que tanto le gustaba a Eric Hobsbawm referirse, y donde podemos vivir la decadencia del sistema del Antiguo Régimen, la revolución burguesa e industrial y la época dorada del imperialismo. De este modo, en la misma línea que los anteriores, controlamos el comercio, el ejército, la forma de gobierno, el control de la población, los movimientos migratorios, y un largo etcétera. Todo esto, lo convirtió en otro acierto de Paradox, que funcionó como el eslabón que faltaba de la línea histórica que trazaron Europa Universalis y Hearts of Iron.


Captura de pantalla de Victoria II

Finalmente, no podemos acabar esta entrada sin comentar uno de sus juegos más conocidos, Crusader Kings. Otra saga, de la que hay dos versiones (2004 y 2012) si no contamos además con todos los paquetes de expansión. En Crusader Kings no controlamos a un país, como se hace en los otros juegos, sino que controlamos a una dinastía, en concreto al líder de la dinastía. Cuando este personaje muere, asumes el rol de su heredero y por lo tanto el principal objetivo de este juego está en evitar que nuestra dinastía se extinga. De tal manera que el juego es la excusa perfecta para comprender el complejo sistema de relaciones de poder que existieron entre las familias más poderosas de época medieval. 



De este modo, queremos presentar a Paradox Interactive como una empresa dedicada al mundo de los videojuegos con una clara voluntad de educar en historia. De hecho, si pensais en las cuatro sagas que hoy hemos comentado, todas ellas recorrer casi los últimos dos mil años últimos años de historia de nuestra civilización. Una historia que además está contada desde muchos puntos de vista, por lo que desde aquí recomendamos este juego a aquellos jugadores apasionados por la historia, apasionados por la estrategia, personas a las que la historia en libros se les atragante o incluso para uso en el ámbito educativo, sobre todo en la Educación Secundaria. 

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