Momentos escénicos: La grande bellezza (Paolo Sorrentino, 2013)

La grande bellezza nos cuenta la historia de Jep Gambardella, un escritor magníficamente interpretado por Toni Servillo, que entrando en plena etapa de madurez de su vida se replantea no solo su presente, sino también su pasado. Durante años ha vivido del éxito de su único libro y su día a día ha sido una sucesión de fiestas y reuniones con personajes de la élite de la ciudad de Roma. Sin preocupaciones, vive incluso con una ama de casa que le deja al margen de las tareas propias de un hogar. De este modo, su vida ha sido como la de un niño en el cuerpo de un adulto. Pero en esta revisión retrospectiva, Jep reorienta su mirada hacia la búsqueda de una belleza atemporal y a veces absurda al mismo tiempo. Por eso, desde el punto de vista estético, la película de Paolo Sorrentino, al igual que otras de su filmografía, demuestra una gran preocupación por la fotografía, los escenarios, la luminosidad y la paleta de colores. La cámara se acerca a los rostros, a los paisajes, a la arquitectura, te invita a sorprendente con los detalles para en definitiva, buscar la belleza. Cosa que no es dificil, pues entre obras de arte y localizaciones históricas nos encontramos: el Anfiteatro Flavio (Coliseo), piazza Navona, las Termas de Caracalla, varias esculturas de los Museos Capitolinos, así como numerosos palacios -Palazzo Sacchetti, Palazzo Taverna, Palazzo Barberini, Palazzo Braschi-.

La película tiene mucho de poesía también. La manera de tratar, por ejemplo, la muerte o más bien la incomprensión de la misma. Cuando Jep sube las escaleras de su habitación, llama a Ramona. Esta no contesta, se mantiene inmóvil. Ramona le acababa de decir que está enferma. Sigue sin moverse, parece muerta. Pero de repente, parpadea y mientras se da la vuelta, Jep le pregunta si puede ver el mar. Ella le contesta que sí. Unas escenas después nos enteramos del triste desenlace. Además, la cinta tiene mucho de crítica social. De hecho, la mayoría de los personajes no dejan de ser sino una sucesión de caricaturas de los más representativo de las élites políticas, religiosas, artísticas e intelectuales. Como por ejemplo el personaje de Talia Concept, claramente inspirado en la artista de la performance, Marina Abramović.

Momentos escénicos - La Grande Belleza