Marc Bloch, La extraña derrota, Un testimonio de 1940, 2003 (Parte 1)

Muchos trabajos acerca de la figura de Marc Bloch empiezan igual, destacando su presencia entre los grandes historiadores del siglo XX. Y es que sin duda, Marc Bloch es un referente para cualquier historiador, tanto en su calidad de profesional de la historia como por su gran personalidad. Nació en 1886 en la Francia de la III República. Una Francia que buscaba la consolidación del Estado republicano creado a partir de la derrota frente a los prusianos en 1870. En ese contexto se planteaba una crisis intelectual en la sociedad francesa acerca de las razones de la derrota. Y se llegó a la conclusión de que su rival –la recién unificada Alemania– no solo tenía un ejército mejor sino que también gozaba de mejor salud intelectual. En ese momento nació la llamada «escuela metódica francesa», padres de la profesionalización de la historia en Francia y futuros maestros de Marc Bloch.


En 1906 fue admitido en la Escuela Normal Superior donde comenzó sus estudios. Entró en contacto con la historiografía alemana gracias a la obtención de una beca que le permitió estudiar en Berlín y Leipzig. Tras obtener el diploma en Estudios Superiores de Historia y Geografía comenzó un periodo de formación en la Fundación Thiers donde compartió momentos con discípulos de Durkheim. Empezó su cursus honorum académico impartiendo clases en varios institutos, al mismo tiempo que preparaba su tesis. Pero su progresión se vió truncada por la Primera Guerra Mundial. Se unió al ejército francés y allí –junto a todas las personas de su generación– vivió la experiencia más traumática de su vida.
Con el final de la guerra, pudo ver también finalizada su tesis doctoral. En 1920 formó parte del proyecto de creación de la «joven» Universidad de Estrasburgo. Todo un símbolo de la ciencia francesa, en un territorio siempre disputado con Alemania. En dieciséis años que permaneció allí, destacan dos de sus grandes proyectos. Por un lado, la publicación de uno de sus libros de mayor éxito, Los reyes taumaturgos(1), una muestra de originalidad y de ruptura frente a la historiografía de sus maestros de la «escuela metódica». Y por otro lado, la creación junto a Lucien Febvre de la revista los Annales d'historie économique et sociale, que acabó por revolucionar el panorama estanco de la historia aportando la comunicación directa con otras ciencias sociales. Desde 1936 pasó a ocupar la cátedra de historia económica en la Sorbona de París. Pero de nuevo, otra guerra, interrumpe su carrera académica. Y pese a tener 56 años se presentó como voluntario para ayudar a su país. La derrota de 1940 frente a las tropas del III Reich, le provocó un gran impacto que le llevo a escribir un análisis sobre el desastre y que es objeto de esta recensión(2).
La extraña derrota(3) es considerado uno de los análisis más acertados en torno a la debacle francesa en la Segunda Guerra Mundial. Marc Bloch rompe con el tabú, con cierta vigencia todavía en los años cuarenta del pasado siglo, de que un historiador no puede hacer análisis del presente, ya que pone en peligro la objetividad de su análisis. Él mismo defendía su método del siguiente modo: «sin inclinarse sobre el presente, resulta imposible comprender el pasado»(4). De este modo se le ha considerado en los últimos veinticinco años como uno de los «padres» de la historia del tiempo presente. Pero no es sólo un simple análisis, es también el testimonio de un historiador en guerra y posteriormente en la clandestinidad. Este documento representa en cierto modo el colofón a su carrera como historiador y a su vida. Y es que Marc Bloch nunca separó su faceta de historiador con el resto de su vida. Así, parafraseando a Pirenne decía: «el primer deber del historiador, es interesarse por la vida».
Bloch se presenta ante todo como un patriota, y considera a Francia un buen motivo por el que morir, ya que se siente heredero de la cultura francesa. Tampoco oculta su ascendencia judía de la cual ni se enorgullece ni avergüenza, ya que no es practicante, solo la reivindica ante un antisemita. Paradójicamente serán estos, dos de los motivos por los que será asesinado por la Gestapo en 1944, sin conocer si su escrito sería alguna vez publicado. Y es que el recorrido de su manuscrito fue tan aventurado como la propia experiencia personal del autor. Pero su final no fue el mismo, ya que Bloch dejó su vida en la guerra, pero su manuscrito sobrevivió llegando a las manos de su familia, haciendo revivir de algún modo su pensamiento y memoria. La primera edición de La extraña derrota corrió a manos de la editorial Le Franc-Tireur en 1946, ya que entre los miembros del comité, Bloch tenía buenos amigos(5). Pero en la Francia de la posguerra no interesaba un análisis que buscaba las razones sociales –e incluso psicológicas– de la «derrota relámpago» frente a la Alemania Nazi. Pese a ello el libro fue traducido a numerosos idiomas, entre ellos en inglés por la Oxford University Press en 1949.


El verdadero resucitar del libro de Marc Bloch tuvo lugar en la década de los años 70, cuando aparecen movimientos innovadores dentro de la historiografía francesa para teorizar la recién bautizada «Historia del Presente». La relativa lejanía de la Segunda Guerra Mundial y la conmoción que causó Mayo del 68, hicieron que un grupo de historiadores franceses se plantearan la necesidad de teorizar sobre el presente. Así, la teoría de Marc Bloch y sus libros fueron influencia de los historiadores de la Nouvelle Historie con Pierre Nora a la cabeza o del Instituto de la Historia del Tiempo Presente creado en 1978.
(1) Marc Bloch, Les rois thaumaturges. Estrasburgo,Publications de la Faculté des Lettres de Strasbourg, 1924.(2) Olivier Dumoulin,  Marc Bloch, o el compromiso del historiador. Granada, Editorial Universidad de Granada, 2003, pp 7-10(3) Marc Bloch, L'étrange défaite. París, Société des éditions «Le Franc-Tireur», 1946. [trad. esp.: La extraña derrota, Un testimonio de 1940. Barcelona, Crítica, 2003](4) Marc Bloch, op. cit., p. 30(5)Albert Bayet, miembro del comité editorial de Le Franc-Tireur, fue uno de los que comunicaron la detención de Marc Bloch. Véase: Carole Fink, Marc Bloch: Una vida para la historia. Publicacions de la Universitat de Valencia y Universidad de Granada, 2004, p. 302 [Edición original: Marc Bloch: A life in History, Cambridge University Press, 1989.]

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