Política y juventud
Antes de todo quiero decir que me considero joven, al menos dentro de la escala moderna que establece la juventud entre los 20 y los 30 muy largos, de hecho tengo 26. Pero me cansa que últimamente en los medios de comunicación, y sobre todo de cara a las elecciones, haya una especie de elogio a la juventud. Si, esos mismos medios de comunicación que nos repiten a todas horas que es la juventud más preparada de la historia de España, pero en cambio vive la situación de paro más dramática que se conoce en el tiempo reciente.
Exhibición gimnástica de la Gioventù italiana del littorio
(antes los Fasci giovanili di combattimento)
Por lo tanto, cuidado con la juventud. Juventud no es un sinónimo de progreso en el campo social ni mucho menos en el político. De hecho, para mi la juventud no es una cualidad, es un momento de la vida, por qué tendría que elogiar una fase de la vida por la que pasamos todos. Prefiero que los cambios políticos vengan de gente realmente comprometida, jovenes, maduros o ancianos. De personas que apuesten por la igualdad de todos los seres humanos, que tengan unos valores ideológicos y sobre todo que sean buenas personas. La historia, aunque muchos no lo piensen, nos enseña muchas cosas.
*Giuseppe Bottai, Diario 1935-1944, Bologna, Rizzoli, 2001.
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