La Primera Guerra Mundial en la literatura: Ernst Jünger, Tempestades de Acero, 1920 (2013)

Volvemos con una nueva entrada sobre la Primera Guerra Mundial y la memoria que de ella se ha ido depositando a través de la literatura. Y de nuevo volvemos con un clásico, esta vez desde el otro lado de las trincheras, una de las obras más importantes y significativas de Ernst Jünger, Tempestades de Acero*.


Lo más interesante de esta obra, además de ser considerado uno de los principales escritos bélicos de la historia de la literatura, es que a diferencia de otros relatos no guarda en ningún momento un discurso antibelicista. De hecho, casi todo lo contrario, Jünger escribió una alabanza a la guerra, una exaltación a los valores humanos que solo una guerra puede generar.Así, valores como la camaradería, la valentía, la virilidad o la juventud se adaptaron cual piezas de puzzle a las nuevas ideologías políticas que surgieron a partir de 1919.

En este sentido, las memorias de trinchera de Jünger fueron un gran éxito tras su publicación en 1923, sobre todo entre los grupos de excombatientes y también entre la generación de los "hijos de la guerra" que más tarde serían los protagonistas de la Segunda Guerra Mundial. El caso de Alemania es el más llamativo. Tras la derrota de 1918, la República de Weimar nació con pocas expectativas de futuro y aprovechando la inestabilidad que generó la revolución espartaquista, fueron ganando terreno los Freikorps, formados precisamente por esa gran masa de excombatientes en paro y con claros problemas de volver a la vida civil tras los traumas de la guerra. 


El libro de Jünger pareció despertar las conciencias de todos ellos, que además con las formaciones paramilitares de los  nuevos partidos políticos, como por ejemplo las SA del Partido Nazi, podían volver a dotar de un sentido su existencia. Estamos hablando de un fenómeno europeo, no podemos olvidar que en este mismo periodo en Italia, los camicie nere del Partito Nazionale Fascista de Mussolini -compuestos en su mayoría por excombatientes y nacionalistas- habían ya realizado su famosa Marcha sobre Roma.

A pesar de ello, Ernst Jünger nunca quiso vincularse al NSDAP, llegando a prohibir el uso de sus textos en favor del nazismo, si bien es cierto que no renegó nunca de su ultranacionalismo y la defensa del militarismo formando parte de la llamada Konservative Revolution junto con Ernst Von Salomon, Oswald Spengler, Werner Sombart o incluso Carl Schmitt. Controvertida figura por lo tanto, que durante la Segunda Guerra Mundial ejerció de oficial de la Werhmacht, aunque criticó la participación del esta en la Solución Final. Sus libros, entre ellos, Tempestades de Acero, estuvieron prohibidos durante la posguerra en Alemania, hasta que finalmente en los años sesenta se comenzó a rehabilitar su figura como uno de los grandes escritores alemanes del siglo XX.



Estamos por lo tanto, ante un libro polémico, hoy ejemplo de memoria de la Primera Guerra Mundial, otrora oda al "hombre de acero" alemán curtido en la guerra de trincheras y capaz de elevar a Alemania en la cúspide entre todas las naciones. Un relato fundamental para sumergirnos en el día a día del frente, descrito sin ningún tipo de contemplaciones e interesante para entender no solo la Primera Guerra Mundial sino los acontecimientos posteriores. 

*La versión aquí utilizada: Ernst Jünger, Tempestades de Acero, Barcelona, Tusquets, 2013.

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