La historia de los videojuegos (I): la Prehistoria

Del mismo modo que cuando hablamos de la historia de la civilización, es imposible entenderla sin comenzar el relato en la Prehistoria; esto es, todo lo que aconteció antes de la aparición de la escritura, tampoco tiene sentido empezar a hablar de una historia de los videojuegos sin tener en cuenta todo lo que sucedió antes de la propia aparición de los mismos. De hecho, hay mucho debate y controversia en torno a cuál fue el primer videojuego o cuales fueron sus orígenes más directos, pero yo creo que esos inicios los debemos buscar en el mismo punto que podemos buscar los propios orígenes de la Humanidad. Ya que si bien el soporte del videojuego es importante, lo es también su idea, y realmente los videojuegos nace como eso, como una idea. 



La idea del juego debió nacer ya en las sociedades primitivas hace varios milenios. Seguramente, una institución solo reservada para los niños pues, en una sociedad de grupos de cazadores y recolectores, todo ser adulto tenía que estar volcado a la manutención del grupo como una cuestión de pura supervivencia. Por lo tanto, el juego era una manera de evadir a los niños de la cruda realidad y, al mismo tiempo, entrenarse para la vida adulta. Conforme esas sociedades se fueron asentando, estamos hablando de la Revolución Neolítica, surgieron las primeras diferencias sociales, pues el desarrollo de la agricultura y la ganadería tiene como consecuencia directa la especialización laboral. En Mesopotamía, uno de los focos de origen de la vida sedentaria, las sociedades se hacen cada vez más complejas, surgen castas, soldados, campesinos, ganaderos, comerciantes, sacerdotes e incluso, las primeras dinastías. Entre estas capas más altas empieza a aparecer lo que hoy llamamos como tiempo libre, y para ello entre otras cosas se inventan los primeros juegos de mesa. Sí, las primeras evidencias de la existencia de juegos son contemporáneas a los propios orígenes de la escritura, por lo que podemos pensar que probablemente ya antes se hubieran inventado los juegos. 


Y es que aquí, nos estamos centrando en los juegos de mesa porque los considero como los antecedentes necesarios para el desarrollo de los videojuegos tal y como los conocemos hoy día. Pero, si pensamos en otro tipo de juegos, va a suceder lo mismo, pues la mayoría de esos juegos que llamamos tradicionales o populares, tienen sus orígenes también en la génesis de la Humanidad. Así, tenemos dataciones de juegos de mesa de más allá del 2000 antes de la Era. como por ejemplo los dados, pieza fundamental para muchos juegos y de los cuales tenemos presencia en varios asentamientos del Próximo Oriente Antiguo. De hecho, en la época loca de las expediciones arqueológicas, en torno a los años 20 y 30 del pasado siglo, Leonard Woolley encontró al sur de Irak lo que se ha llamado como el Juego real de Ur. El descubriento, que se dató en la Primera Dinastía de Ur, es un conjunto de varias piezas arqueológicas que acompañan a un tablero. No se sabe prácticamente nada sobre sus reglas, solo una breve alusión en una en tablilla babilónica con escritura cuneiforme fechada en torno al 177 a.E. de la cual se ha concluido que el juego sería un enfrentamiento entre dos jugadores por ver quién acaba primero un recorrido, finalmente, para mover las fichas -cada uno tenía siete, blancas o negras- se usarían tres dados piramidales. En este sentido, no solo en Mesopotamía aparecen juegos de este tipo, también en Egipto, otro de los focos de la neolitización en el mundo antiguo, se habían inventado ya. Un ejemplo es el Senet.



Damos un salto en el tiempo y llegamos a la Antigüedad Clásica y Tardía, la época gloriosa de Grecia y Roma. Una época donde además de grandeza política, militar y social, también había tiempo para jugar. De tal modo que hay cientos de yacimientos donde aparecen restos de dados y astragali, es decir, lo que conocemos como tabas; que como ninguna de sus caras es igual, cada una puede representar un valor distintos.

Cae Roma, cae Rómulo Augusto, el último emperador del Imperio Occidental, y entramos en una época que muchos nos han intentado vender como una auténtica Edad oscura. Pero la Edad Media, lejos de ser esa etapa decadente que algunas narraciones nos han intentado demostrar , es una época de cambios, sobre todo en una Europa que entre Mahoma y Carlomagno -citando a la maravillosa obra de Pirenne- estuvo apunto de desaparecer. Una época de descubrimientos, nuevos y viejos, de intercambio de conocimientos y también de la creación de juegos, algunos de los cuales todavía hoy los podéis encontrar en las tiendas. De entre todos, seguramente el más conocido sea el ajedrez. Un juego que tiene orígenes medievales en Europa, pero que en la India ya se jugaba al menos desde el siglo VI, aunque se le denomina Chaturanga y tenía alguna que otra variación a lo que hoy conocemos. Lo cierto es que en algún momento a partir del siglo VI, cuando el Imperio sasánida vivía su momento de auge y caída, ese juego llegó a las manos de los habitantes de Persia. Tras la anexión del territorio a la influencia musulmana, ese juego que los persas habían llamado Shatranj, llegaría de algún modo, a través de las rutas comerciales que dominan los musulmanes entre Oriente y Occidente a Europa. No es casual pues, que junto a los caballos, al rey, a la reina, a las torres, haya unas piezas que se llamen alfiles. Porque alfil viene del persa fil, que significa elefante. Así, ya en el siglo XV el juego del ajedrez está mas o menos generalizado en el continente europeo, y queda configurado como el ajedrez moderno que conocemos en la actualidad. De hecho, si lo pensamos detenidamente el ajedrez es uno de los verdaderos antecedentes de los videojuegos de estrategia de los que hablaremos más adelante.  



El auténtico salto de los juegos de mesa se produce, como en otras cuestiones con la llegada del siglo XIX, principalmente por los cambios sociales que provocan dos acontecimientos fundamentales para la historia de la Humanidad. Por un lado, la Revolución Francesa como momento a partir del cual se empiezan a implantar las ideas liberales que configuran nuestra organización política y social. Por otro lado, la Revolución Industrial no en vano, determina desde un punto de vista económico la organización social y las relaciones entre los seres humanos. El concepto de tiempo libre se va generalizando, al mismo tiempo que surgen las clases medias y la especialización de la clase trabajadora, y por lo tanto, se abre un auténtico mercado de los juegos de mesa. 



A partir de ese momento, cada idea, cada concepto se materializa en una gran variedad de juegos de mesa, con o sin tablero, de cartas, de miniaturas, de dados, de rol, temáticos y así hasta un largo etcétera. De este modo, a comienzos del siglo XX empiezan a aparecer lo que son los grandes juegos que hoy en día conocemos. Por ejemplo, en 1903 una señora llamada Elizabeth Magie crea un juego llamado The Landlord's Game, que viene a ser el modelo de lo que hoy es el Monopoly, que se puso de fama paradójicamente en los años más complicados de la Gran Depresión, supongo que algo así como el querer y no poder ese engañoso sueño americano.



Otro impulso importante se da tras la Segunda Guerra Mundial, ya sabemos, el conflicto más grande que ha conocido la historia de la Humanidad. Después de 1945, y los más de 50 millones de muertos, era obvio que necesitaba distracción, necesitaba entretenimiento, y es cuando aparecen en muy pocos años juegos tan conocidos como Cluedo en 1948 o Risk en 1950. Un salto que, ya paralelo a la aparición de las primeras computadoras y, por lo tanto, al mismo tiempo que la aparición de los videojuegos, abrió nuevos frentes en el mundo de los juegos. De hecho, unas décadas más tarde iba a nacer una de las empresas más conocidas del mundillo, Games Workshop, fundada en Londres en 1975. Estos, influenciados por el género de la espada y brujería -como por ejemplo Conan- o también por la obra de J. R. R. Tolkien, van a ser los artífices de los Warhammer, juego de miniaturas por excelencia. 

Así, una vez repasada lo que podemos considerar como la Prehistoria de los videojuegos, en la próxima entrada nos centraremos en la verdadera antesala de estos, lo que algunos expertos denominan como la era «antes del Pong», es decir, todo lo que hay antes de la aparición del primer videojuego comercial -cosa que no es lo mismo que el primer videojuego-. Pero de esto, hablaremos más adelante.

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