Blade Runner (1982) (IV)
En entradas anteriores hemos hablado bastante de Blade Runner como idea, como mensaje, como narración, pero no hemos tratado prácticamente nada de los aspectos más técnicos de la película como por ejemplo cómo fue su rodaje, su estreno, la selección de los actores e incluso que es de ellos en la actualidad. Esto, puede parecer una tontería, pero es muy interesante cuando hablamos de películas que tienen más de 25 años.
De hecho, es muy curioso como hoy no podríamos imaginar Blade Runner sin su protagonista Harrison Ford. Pero lo cierto es que su papel estuvo disputado por actores tan variopintos como Dustin Hoffman, que no en vano era el que mejor posicionado estaba pero fue finalmente descartado por los cambios que quería imponer en su personaje, o también los contemplados por el guionista Paul Sammon entre los que destacan Tommy Lee Jones, Robert Mitchum, Gene Hackman, Sean Connery, Jack Nicholson, Paul Newman, Clint Eastwood, Arnold Schwarzenegger, Al Pacino, Burt Reynolds, Robert Duvall, Nick Nolte o Christopher Walken. Por fortuna, a pesar de que alguno de ellos pudiera haber sido un buen Rick Deckard, fue Harrison Ford, es decir Han Solo, es decir Indiana Jones, el que se quedó con el papel y con ello dejándonos para el recuerdo un trabajo excepcional. En este sentido, parte del éxito que tuvo la película se debe a Harrison Ford, sobre todo por la fama que tenía el actor en aquellos momentos.
Hay que decir que de todo el reparto, Harrison Ford ha sido el mejor parado. El resto de los actores, salvo Rutger Hauer, han pasado sin pena ni gloria por el mundo del cine. Respecto a Sean Young, es decir, Rachael, nos puede llamar la atención que estuvo a punto de encarnar a Vicki Vale en Batman (1989) de Tim Burton, pero un accidente de caballo la mantuvo en el hospital durante una buena temporada y la elegida fue finalmente Kim Basinger. Así, la mala suerte y su conocida personalidad bipolar la mantuvieron al margen de grandes papeles, que yo la recuerde con un pequeño papel en Wall Street (1987) o como Lois Einhorn, el villano transexual de Ace Ventura, un detective diferente (Ace Ventura: Pet Detective, 1994).
Tyrell: I'm surprised you didn't come here sooner.
Roy: It's not an easy thing to meet your maker.
Tyrell: And what can he do for you?
Roy: Can the maker repair what he makes.
Tyrell: Would you like to be modified? What-- What seems to be the problem?
Roy: Death.
Tyrell: Death. Well, I'm afraid that's a little out of my jurisdiction, you--
Roy: I want more life, father.
...
Tyrell: The light that burns twice as bright burns half as long. And you have burned so very very brightly, Roy. Look at you. You're the prodigal son. You're quite a prize!
Hay que decir que de todo el reparto, Harrison Ford ha sido el mejor parado. El resto de los actores, salvo Rutger Hauer, han pasado sin pena ni gloria por el mundo del cine. Respecto a Sean Young, es decir, Rachael, nos puede llamar la atención que estuvo a punto de encarnar a Vicki Vale en Batman (1989) de Tim Burton, pero un accidente de caballo la mantuvo en el hospital durante una buena temporada y la elegida fue finalmente Kim Basinger. Así, la mala suerte y su conocida personalidad bipolar la mantuvieron al margen de grandes papeles, que yo la recuerde con un pequeño papel en Wall Street (1987) o como Lois Einhorn, el villano transexual de Ace Ventura, un detective diferente (Ace Ventura: Pet Detective, 1994).
En cuanto a Rutger Hauer, ese enigmático Roy Batty, tuvo algo más de suerte y también lo hemos podido ver de prota en Carretera al infierno (The Hitcher, 1986) y encarnando algunos personajes secundarios, destacando en Batman Begins (2005). Edward James Olmos, Gaff para los amigos de Blade Runner, ha trabajado en algunas series como Corrupción en Miami (Miami Vice, 1984–1990), en el papel de Martín Castillo o en Galáctica, estrella de combate (Battlestar Galactica, 2004–2009). Daryl Hannah, otra de las actrices conocidas que salieron de Blade Runner, tuvo un gran momento en la década de los ochenta con su papel en Un, dos, tres... splash (Splash, 1984) junto con Tom Hanks, para ir poco a poco perdiendo fuelle hasta su notable aparición en Kill Bill (2003 y 2004) de Quentin Tarantino.
Y si bien el reparto de Blade Runner da mucho que hablar, también lo es su presupuesto. No en vano, estamos hablando de 28 millones de dólares de presupuesto estimado. Una cifra bastante alta teniendo en cuenta que estamos hablando de los años ochenta. Por comparar con otras películas de Ridley Scott y estrenos de la época tenemos que en Alien, por ejemplo, el mismo director manejó un presupuesto de 11 millones de dólares solo tres años antes, es decir, tres veces menos. Estrenos de ese mismo año como E.T. El extraterrestre (E.T. the Extra-Terrestrial, 1982) que tenía un presupuesto de 10 millones, Poltergeist (1982) también en torno a los 10 millones, La cosa: El enigma del otro mundo (The Thing, 1982) 15 millones, Conan, el bárbaro (Conan the Barbarian, 1982) contaba con un presupuesto algo mayor, unos 20 millones o finalmente Acorralado (First Blood, 1982) con un presupuesto de 15 millones, siempre hablando en dólares. Por lo tanto, un gran presupuesto que no tuvo su respuesta en taquilla, que como ya dijimos en otras entradas, su conversión en película de culto ha sido a lo largo de los años. La recaudación en taquilla en Estados Unidos en el año 1982 fue de unos 27 millones de dólares, es decir, una cifra que incluso no alcanza ni el propio presupuesto y por lo tanto se puede considerar como fracaso absoluto. Aunque si es cierto, que en dicha cifra no se tiene en cuenta lo recaudado a nivel internacional y también de las distintas reposiciones que ha tenido la película a lo largo de sus 30 años de historia.
Otra cuestión importante que no se puede olvidar de Blade Runner es su banda sonora. Pocas bandas sonoras son tan reconocibles y han pervivido tanto como la de Blade Runner, que aquí en España ha sido incluso la sintonía durante muchos años de Documentos TV, mítico programa de la segunda cadena de la tele pública. Su composición fue obra de Vangelis que para todo aquel que no lo conozca, lo recordará por ser el autor también de la banda sonora de Carros de Fuego (Chariots of Fire, 1981) por la que ganó un Óscar. Hay que aclarar que evidentemente no se llama Vangelis, ¿Qué clase de padres podrían llamar a su hijo así? Su nombre real es Evangelos Odysseas Papathanassiou, casi nada, y ha sido colaborador habitual de Ridley Scott, pues además de componer la banda sonora de Blade Runner, también compuso el soundtrack de 1492, la conquista del paraíso (1492: Conquest of Paradise, 1992).
Ya finalmente, solo quedaría hablar de lo que ha trascendido de Blade Runner a lo largo del tiempo. Para empezar la legión de seguidores, a cual de ellos más friki, de la película. Seguidores alucinados con todo el trasfondo que hay tras el largometraje, que se leyeron el libro de Philip K. Dick para descubrir más de su mundo, que se leyeron las continuaciones del mismo y que evidentemente jugaron al fantástico, asombroso e increíble juego de Blade Runner. En esa legión de frikis yo me incluyo, y también me incluyo en esa legión que invirtió unas cuantas horas de su vida en pasarse esa maravillosa aventura gráfica.
El juego salió en el año 1997, esto es 15 años después de la película y se trata de un gran homenaje al libro desde el punto de vista narrativo y también a la película pero en este caso desde el punto de vista estético. En él encarnamos a un blade runner llamado Ray McCoy, que básicamente es un sosias de Rick Deckard de la película. Una aventura gráfica ambientada en el universo Blade Runner que cuenta con cameos importantes como el de Sean Young en su papel de Rachael. Es un juego bastante difícil. De hecho, yo lo pillé con nueve años y me fue imposible llegar hasta el final. Tuve que volver a jugarlo hace unos años para poder superarlo. Pero es que además, según he leído por ahí, el juego tiene por lo menos unos 25 finales, aunque yo solo llegué a descubrir cinco o seis. Por consiguiente, se pretende que ese mismo final abierto que tiene la película se traslade al juego. Así, que para todo aquel que alucine con la película de Blade Runner, le recomiendo encarecidamente que se haga con este juego para poder sumergirse un poco más en este universo. Si lo queréis conseguir en la actualidad solo se que fue producido por Westwood Studios, y en España fue distribuido por Virgin y luego por la desaparecida Dinamic Multimedia. Yo tengo el original, pero con suerte igual está ya catalogado como abandonware y os podéis hacer con una copia legal del mismo.
El juego salió en el año 1997, esto es 15 años después de la película y se trata de un gran homenaje al libro desde el punto de vista narrativo y también a la película pero en este caso desde el punto de vista estético. En él encarnamos a un blade runner llamado Ray McCoy, que básicamente es un sosias de Rick Deckard de la película. Una aventura gráfica ambientada en el universo Blade Runner que cuenta con cameos importantes como el de Sean Young en su papel de Rachael. Es un juego bastante difícil. De hecho, yo lo pillé con nueve años y me fue imposible llegar hasta el final. Tuve que volver a jugarlo hace unos años para poder superarlo. Pero es que además, según he leído por ahí, el juego tiene por lo menos unos 25 finales, aunque yo solo llegué a descubrir cinco o seis. Por consiguiente, se pretende que ese mismo final abierto que tiene la película se traslade al juego. Así, que para todo aquel que alucine con la película de Blade Runner, le recomiendo encarecidamente que se haga con este juego para poder sumergirse un poco más en este universo. Si lo queréis conseguir en la actualidad solo se que fue producido por Westwood Studios, y en España fue distribuido por Virgin y luego por la desaparecida Dinamic Multimedia. Yo tengo el original, pero con suerte igual está ya catalogado como abandonware y os podéis hacer con una copia legal del mismo.
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